Se trata de una complicada variedad de préstamo hipotecario que por el riesgo que implica, debería ofrecerse solamente a aquellos que cuentan con conocimientos financieros avanzados, ya que si se emplea bien podrías beneficiarte de las ventajas de este tipo de hipotecas y ahorrar mucho dinero. Ahora bien, si este tipo de hipotecas se ofrece a quien no conoce el mercado financiero y de divisas, el resultado puede ser desastroso.

Lo que caracteriza a este tipo de hipotecas, en esencia, es que el dinero del préstamo se ofrece en una divisa diferente al EURO, generalmente, en una divisa con un valor más bajo, como puede ser el YEN japonés o el FRANCO suizo. El dinero se entrega al cliente en una divisa inferior al EURO, de forma que a lo largo de la vida de la hipoteca y en el desarrollo de la misma, el cliente se puede beneficiar de la bajada del valor de la divisa empleada frente al EURO, de forma que, al valer menos la divisa en la que paga las cuotas de su hipoteca, al final estará pagando menos.

El problema radica cuando es el EURO el que pierde valor frente a la divisa empleada. El riesgo de un fortalecimiento de la divisa empleada frente a la devaluación del EURO, como es lógico, lo tiene que asumir el cliente, que ve como las cuotas que paga por su hipoteca, en divisa extranjera, cada vez son más caras.

Y lo peor no es sólo el encarecimiento de las cuotas, sino el encarecimiento del capital pendiente de devolver al banco, que también está en divisa extranjera.

Al final tenemos una deuda hipotecaria que en lugar de disminuir, aumenta con el paso de los años, aunque el cliente no haya dejado de pagar una sola cuota de su hipoteca.

La hipoteca multidivisa es un producto financiero de alto riesgo, y por tanto, el banco debe:

1. Ofrecer este tipo de hipotecas sólo a aquellos que tengan una sólida formación financiera, y conocimientos del mercado de divisas.

2. Explicar detalladamente al cliente el funcionamiento de este tipo de hipotecas y el riesgo que asume en caso de que la variación de la divisa le perjudique.

El problema radica en que algunas entidades bancarias se han limitado a ofrecer indiscriminadamente este tipo de hipotecas a personas que no tenían ni idea de su funcionamiento, y sin explicarle lo más mínimo el riesgo que iban a asumir.

El resultado, miles de personas afectadas por este tipo de hipotecas, atrapadas en una deuda que no sólo no disminuye, sino que aumenta.

Si este es tu caso, puedes consultarnos sin compromiso alguno, y entablaremos reclamación contra el banco. En muchos casos hemos conseguido acuerdos con las entidades bancarias, sin tener que llegar a iniciar un proceso judicial, llegando a obtener el cliente hasta 80.000 euros, aunque en los casos más graves, la cifra puede superar los 100.000 euros fácilmente.